Hermosa doncella,
De serpenteantes
cabellos,
Dulzura emanas,
En sigiloso desierto.
Tu belleza penetrante,
Mi corazón hace
vibrar,
La delicadeza de tus
manos,
Y tu risa al pasear.
El contorno de tu
cuerpo,
Deslumbra la laguna,
Donde las almas
lloran,
Donde la luna
susurra.
La maldición te ata,
La pena te atrapa,
Encerrada de por
vida,
En esta laguna
plateada.
Mirarte deseo,
Consolarte quiero,
Estréchate entre mis
brazos,
Y susurrarte un te
quiero.
Deseo mirarte a los
ojos,
Y decirte la verdad,
Pero debo tener
cuidado,
O en piedra me
convertirás.