Novia triste de humildes deseos,
despechados al amanecer,
esperando la llamada,
de un nuevo amanecer.
Lánguida me desvanezco,
espero sin lamentos,
ansío tu alma,
entre suspiros de lamento.
por que me has dejado sola,
en esta cárcel cromada,
por que no has venido a rescatarme,
de las almas atormentadas.
Te espero en silencio,
sin decir nada,
para que la oscuridad no atrape,
mi corazón que está en llamas.
Te esperaré por siempre,
mi dulce príncipe alado,
no habrá hombre alguno,
que se arrodille a mi lado.
Mi alma te venera,
entre praderas sombrías,
y aquí estaré,
esperando a tu alma fría.